Justificación
23.05.2013 08:54
El trabajo es una posibilidad creativa que debe permitir la satisfacción de los aspectos más elevados del ser humano; es un espacio de realización personal y es el escenario productivo de mayor trascendencia social.
Ya no se admite como un ideal el vivir sin trabajar, sino el poder tener un trabajo con condiciones justas y dignas que permita a las personas expresar de la manera más plena posible, sus potencialidades creativas y realizar una tarea que no sólo sirva para el beneficio individual sino también para el beneficio familiar y social.
Las empresas son responsables, en gran parte, de favorecer la incorporación de las personas con discapacidad en el mundo laboral. Por una parte, el esfuerzo de ellos es fundamental ya que debe estar dispuesto a asumir el reto y la responsabilidad de integrarse en el mundo del trabajo pero además es imprescindible una actitud favorable de los empresarios y el apoyo de las administraciones.
Para ello es importante que haya una formación profesional es decir una iniciación en entornos laborales, donde se provee a la persona de las herramientas necesarias para que pueda desempeñar una ocupación a diferentes niveles de calificación y dentro de las condiciones existentes a nivel nacional en el mundo del trabajo.
La formación profesional no sólo desarrolla las habilidades, las destrezas y los conocimientos técnicos requeridos para desempeñar un puesto de trabajo, sino que debe propender por una formación integral de la persona.
El Programa Atención y Protección a la Discapacidad, mediante convenios con instituciones como El Sena, La Fundación El Alcaraván, El Programa A crecer y la participación en proyectos de las personas con discapacidad cognitiva, sensorial y motora, fomentan la adquisición de competencias laborales y la construcción de la autonomía de la persona para que sea gestora de su propio desarrollo.
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